La desidia ciudadana sólo es posible porque existe una desidia gubernamental. #anzoategui

Noel Valderrama. La desidia ciudadana sólo es posible porque existe una desidia gubernamental, incapaz de ponerse en pie y ofrecer la mejor calidad de vida posible.

Desde Lechería.- Hace dos semanas,  transportistas de la zona norte del estado Anzoátegui  cerraron una de las arterias viales más importantes de la ciudad y con ello la paralizó, debido  a nuestras escasas vías de escape.
Los profesionales del volante exigían el aumento del pasaje sobre la excusa de siempre, que es para mejorar las unidades de transporte, la compra de los repuestos, contrarrestar la inflación, etc, etc, etc.

Los transportistas paralizaron la ciudad y ese extraordinario ente intergubernamental llamado Mancomunidad de Transporte y Tránsito Urbano (MTTU), sufrió una baja de azúcar y autorizó el aumento, que se dio aún antes de que el resto de la población recibiera también su aumento salarial y, además,  antes de que se iniciara la Semana Santa (casualmente).

La ciudad es un caos y la MTTU, encargada de la coordinación de todo lo concerniente al transporte y tránsito urbano, lo mismo que el estado de las vías, rutas, pasaje, semáforos, etc, muestra una incapacidad tan sólo comparada con  la de los gobernantes de las alcaldías que la conforman.

Barcelona, Guanta, Lechería y Puerto La Cruz muestran un deterioro creciente en su vialidad, en sus semáforos, en el respeto a las señales de tránsito por parte de  la ciudadanía, en el manejo de los conductores y en la búsqueda del fiel cumplimiento de las leyes y normas de las autoridades locales.

La desidia ciudadana sólo es posible porque existe una desidia gubernamental, incapaz de ponerse en pie y ofrecer la mejor calidad de vida posible.

Ningún gobernante se ocupa de optimizar el transporte público, ninguno decide mejorar el aspecto de la vialidad, salvo en las últimas dos semanas que se dedicaron a medio asfaltar y pintar las calles para recibir a los turistas en esta Semana Santa (como en el pasado lo hacían adecos y copeyanos).

Aún hoy me pregunto, cómo es posible que se usen carritos por puesto, o peor aún, que existan líneas de transporte conformadas exclusivamente con unidades de cinco puestos, monopolizando el pasaje al más alto precio con la excusa de que van más rápidos y con menos personas.
¿Pudiera una alcaldía facilitar el financiamiento de unidades con mayor capacidad, con criterio de mejorar el transporte público y optimizar la calidad del servicio?

¿Sería un pecado solicitar a las alcaldías y a la MTTU, líneas de transporte público que no dejen sordos a los usuarios por los “conciertos” dentro de la unidad, ni les provoquen un infarto por la alta velocidad con la cual conducen?

La MTTU se preocupa por proteger a los choferes en sus solicitudes de aumento del pasaje.  Buenísimo por el ente, pero  ¿y quién se ocupa de proteger la capacidad adquisitiva o integridad de los usuarios, cuando suben a una unidad de transporte público que se está cayendo a pedazos?

Ninguna alcaldía se ha ocupado de mejorar el transporte público, ni la vialidad, ni respetar las leyes, todos ignoran que las ciudades están conformadas por ciudadanos y que, mientras vivamos como en una selva cada quien salvándose como pueda, no seremos más que animales y eso también incluye a sus gobernantes.

Mientras se ignore esta realidad y no se apliquen correctivos, los choferes seguirán cerrando las vías, las colas irán en aumento, el irrespeto a las leyes, semáforos y demás conductores se acrecentará, el transporte público continuará deteriorándose y nuestros gobernantes seguirán asfaltando y pintando las calles en Carnavales y Semana Santa.

valderrama.noel@gmail.com