Nubes negras cubrieron ayer la ciudad de Puerto La Cruz, al conocer el fallecimiento de quien fuera uno de sus fundadores, padre Quinto Antonio Della Bianca. Un hombre que dejó un legado de fe inquebrantable y propició la construcción de 19 iglesias en la jurisdicción.
El “misionero de paz”-conocido así entre la comunidad religiosa- a sus 97 años mantenía su jovial espíritu y preocupación por la ciudad que lo adoptó, pese a que los signos del tiempo le fueran marcando pauta y aunque se encontrara en Caracas, en la casa sacerdotal de los salesianos.
La semana pasada una afección pulmonar (neumonía) lo hizo depender de oxígeno. El cuadro clínico al parecer había mejorado, sin embargo, el presbítero no superó la crisis.
Hoy, quienes se bautizaron, comulgaron, confesaron, se unieron ante Dios frente a él y acudían a sus liturgias; se congregaron desde las 6:00 am para recibir el féretro del clérigo, en la capilla ardiente de la iglesia Santa Cruz; lugar donde sirvió por más de cinco décadas. Allí, además, le darán sepultura el jueves a las 10:30 am.
El padre Quinto “fue un hombre trabajador, que se dedicó a atender a los parroquianos. Su vocación de servicio le hizo ocupar un lugar especial en los corazones de la gente. Siempre estaba disponible”, comentó el actual párroco de la Santa Cruz, Luis Antonio Prieto, al definir a su homólogo.
Hace año y medio Prieto tomó las riendas del templo, por los quebrantos de salud que venía presentando el padre Quinto.
La acción generó malestar en los feligreses quienes se volcaron al recinto con pancartas manifestando su preferencia.
El italiano de nacimiento dialogó con los ciudadanos y logró un acuerdo. No abandonar su labor pastoral de confesar a chicos y grandes.
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