Sunday, January 2, 2011

Enrique Vásquez @Indiferencia // Viene el lobo

Una vez más, el país está patas arriba con un paquete de leyes que la moribunda Asamblea Nacional elegida en 2005 con una participación de aproximadamente 10% de la población está a punto de aprobar, leyes, que según medios y políticos de la oposición crean el Estado comunal y acaban con la propiedad privada, que podrían eliminar los circuitos radiales, que limitarán a Globovisión sólo a Caracas y Valencia, y que además, regularán internet con la consecuente posibilidad de que nos dejen sin redes sociales como Twitter y Facebook o bloqueen el acceso a páginas como RCTV, Globovisión, Noticiero Digital, Noticias 24, entre otras.

Así mismo, al parecer estos estatutos acabarán con cualquier viso de pornografía de la Internet en Venezuela o eliminarán de plano las telenovelas entre otras características catastróficas que tendrá, así como la destrucción del estado de derecho y la abolición de la libertad de expresión.

Ahora, si mal no recuerdo – salvo el caso de internet – lo mismo decían con la ley Resorte que está siendo reformada en este momento, igualmente ocurrió con la de Educación y con aquel paquetazo que aprobó el presidente a través de la habilitante entre gallos y medianoche hace un tiempo. Tenemos más de 10 años escuchando que nos van a quitar todo, que nos dejarán como unos zombis cubanos o norcoreanos. Tanto los políticos opositores como los medios de comunicación se han dado a la tarea de prepararnos para una situación apocalíptica cada vez que al gobierno se le ocurre aprobar una ley nueva. Someten al país todo a niveles de estrés muy altos, a estar listos para no poder ni siquiera decir en voz alta lo que pensamos o que la disidencia se verá silenciada de una vez por todas.

El problema es que una vez que han sido aprobadas y publicadas en Gaceta cada una de estas legislaciones, al momento de la práctica, la situación es mucho más suave de lo que nos hicieron creer, por lo que, nuestras expectativas eran tan negativas que cuando vemos la realidad sentimos que no era tan grave y no le damos la importancia que merece el caso, y una vez más, seguimos con nuestras vidas más cabizbajos y desmoralizados en cada oportunidad, con los personeros del gobierno acusándonos, con algo de razón, de guarimberos, de que querer desestabilizar el país y de mentirosos.

Crear expectativas en la población que no serán cumplidas al momento de hablar de las consecuencias y efectos que tendrán estas leyes es hacerle el juego al régimen y dificulta la posibilidad que tenemos de ganar en 2012. Si le decimos a la gente que ya no habrá más novelas y luego de la aplicación de la norma dichos culebrones se multiplican (tal como ocurrió con la ley resorte), perderemos toda credibilidad con aquellos que nos apoyan y por supuesto con nuestros adversarios, haciendo más difícil que se pasen a nuestras filas.

Seamos honestos con las dimensiones de las leyes que se están aprobando y no sobredimensionemos sus efectos negativos, porque como todo, la palabra tiene el efecto de boomerang y tarde o temprano se volverá contra nosotros. Si tenemos años gritando “viene el lobo” y éste nunca aparece, en el momento que venga de verdad, nadie nos va a creer.

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http://www.lea.com.ve/2010/12/enrique-vsquez-indiferencia-viene-el-lobo/

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