Monday, January 10, 2011

“Si no nos reubican, volvemos al mismo charquero. ¡Qué más!”

Comunidades de Barcelona, Puerto La Cruz y Guanta hoy son vulnerables a sufrir inundaciones o deslaves, pero sus vecinos siguen viviendo en ellas porque no les queda remedio.

Anzoátegui.- Luego  de una intensa sequía producida por el fenómeno natural El Niño en 2009, las torrenciales lluvias han azotado sin piedad  a Venezuela.

Según Protección Civil (PC),  a escala nacional la cantidad de familias afectadas llegó a la exorbitante cifra de   11 mil hasta noviembre de 2010. Un cálculo  hecho por el diario  El Tiempo arrojó como resultado que en Anzoátegui son 2 mil 343 los núcleos  familiares impactados por el temporal, hasta esa fecha. Seis meses después de  iniciarse los  embates del invierno, en muchos sectores los vecinos admiten haber  sido atendidos por    el gobierno en cuanto al   suministro de enseres y alimentos.   Y así lo han constatado los equipos reporteriles.  

Sin embargo,  la mayoría de los perjudicados se han  visto en la  obligación  de   volver a sus casas  en zonas de riesgo, debido a la falta de planes habitacionales para reubicarlos. Ninguna de las alcaldías ha construido ni una sola  vivienda a los damnificados y menos a  los afectados, aunque sí existe la promesa de que se harán. Solo  en el caso de Guanta se compraron siete, pero usadas.

El tiempo pasa, las lluvias vuelven a caer, las inundaciones retornan y el dolor de  perderlo todo en cuestión de horas se repite con cada tormenta. Ejemplos sobran. El 1 de julio del año pasado, 86 núcleos familiares de  sectores como Las Minas, El Francés, José Antonio Anzoátegui, Las Acacias, El Aguacate y 14 de Abril  de la parroquia Naricual en el municipio Simón  Bolívar, sufrieron por el desbordamiento de los ríos Neverí y Naricualito.

Mauricio Bravo, vecino de José Antonio Anzoátegui y Primitiva Marchán de El Francés, dijeron que la Gobernación, Alcaldía de Bolívar y Protección Civil acudieron al lugar para achicar el agua y   repartir   198 colchones, 86 bolsas de comida y 50 cajas de agua potable. Pero    el problema hoy radica  en que los ciudadanos han regresado a las mismas zonas porque no tienen otra opción. “El ofrecimiento de la reubicación en zonas más seguras se quedó en puro bla, bla”, dijo el residente José Guaiquirían. 

El  8 de julio, las intensas lluvias golpearon a 300 familias domiciliadas en Chorrerón, La Picha, Casco Central y Los Cocalitos en  el municipio Guanta, después que  La Culebra se desbordara. La municipalidad  los equipó con  enseres nuevos muy rápidamente (a partir del segundo día), y  retiró de las orillas del  afluente (sector Moscú) a seis familias que estaban en peligro. Pero, según el alcalde Jhonnathan Marín, unas  500 casas siguen  en  riesgo.

El 19 de julio, se repitió el drama en zonas de Bolívar.  650  grupos familiares (cifra oficial)  fueron afectados en Querecual, La Tomatera, La Vivienda, El Aguacate, La Orquídea, Curataquiche, Boyacá II, El Viñedo, Valles del Neverí, Barrio Santo Domingo, El Espejo, Mayorquín I, San Diego, Chupulún, Sábana Larga y Angostura.   Los ríos Qerecual, Capiricual y Tocoporo, y la quebrada Angostura desataron su furia.

Recibieron 600 bolsas de comida y atención médico-sanitaria pero, a pesar del riesgo,  la mayoría volvió a sus humildes casas. Así lo  certificó José Cabello, de Querecual I. “Si no nos reubican  volvemos  al mismo charquero. ¡Qué más!”. Otros diluvios ocurrieron  el  18 y el 26 de noviembre de 2010.  Provocaron tanto daño como los anteriores. En el primero,  las aguas arrastraron  309 viviendas  en la zona norte. En el segundo,   484 familias resultaron perjudicadas. PC aseguró que solo 26 hubo   grupos  damnificados. 

Contabilización
Días después,   revivieron las promesas de otorgarle casas a los sin hogar y comenzar a pensar dónde reubicar a los que viven en áreas  riesgosas.
El alcalde de  Sotillo, Stalin Fuentes, contabiliza  49 familias damnificadas en su jurisdicción,  luego de las últimas lluvias, y ésas son las primeras que recibirán vivienda.Apuntó que  ya se acordó la entrega de las 20 primeras: 10 por la Alcaldía y 10 por la Gobernación.  Por ahora, analizan el estatus legal de terrenos en la zona rural para determinar si se pueden adquirir y construir allí.

En Guanta, el alcalde Jhonnathan Marín, dijo que prevén edificar  500 apartamentos en  terrenos expropiados  a la empresa Frigor. En tanto,  queda esperar que el clima  sea más benévolo y que San Isidro Labrador tenga piedad de nosotros.

http://eltiempo.com.ve/locales/regionales/lluvias/si-no-nos-reubican-volvemos-al-mismo-charquero-que-mas/9392

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